domingo, 18 de octubre de 2015

La mastectomía 2

       Y llegó el 7 de Abril del 2015. Acudí al hospital por la mañana temprano en ayunas. Fuí con mi marido, los dos solitos, de la mano. Me sorprendió mucho el tema de como se organizaban en el hospital. Pensaba que me llevarían a mi habitación y de ahí me llevarían a quirófano. Pero no. Estuve en una sala de espera en una silla de hospital ya sin ropa! Que vergüenza ! Aunque tapada con una sábana . No se me veía nada eh !  El caso es que allí había más gente que la iban a operar. Casi todo el mundo estaba solo. Debían de ser operaciones  ambulatorias y yo ahí con mi marido pensando y a ese que le irán a hacer y a esa ? Que cotillas!! Ja ja ja ja.  Luego ya enseguida me pasaron a una cama y a una habitación al lado del quirófano. Empezaba la cuenta atrás.

             Recuerdo que ya me llevaron al quirófano y allí estuve con el anestesista, no vi a nadie más porque enseguida me metió algo por vena que me dejó inconsciente, no me dió tiempo de preguntar nada. Lo siguiente que recuerdo es a mi marido despertándome. Pero a mí me costaba mucho. Sentía dolor y no podía salir del estado de sopor. Recuerdo esa lucha conmigo misma para poder despertarme y encontrarme bien.  Al cabo de unas horas conseguí entonarme un poco y ya me llevaron a mi habitación. Y siempre con mi marido al lado. Menos mal. El caso es que cuando llegué a la habitación era ya casi media noche. Había estado tantas horas ?  Me preocupaba saber cuantas horas había estado dormida. Cuántas horas de operación ?  Estaba muy atontada y dolorida. No me enteraba de nada.

            Ya en la habitación estaba esperando mi familia. Todos estaban muy emocionados.  Lo habían pasado  tan mal en esa espera de tantas horas. Se les notaba en la cara la preocupación. Me dieron un beso y se fueron para dejarme descansar.            
          Esa noche tuve una enfermera que fue un ángel.  !Que cosas tiene la vida ! Se trataba de una madre de una paciente mía. Yo me acordaba perfectamente de ella y a ella le costó reconocerme, normal, con esas pintas jajajaja  pero en seguida se dió cuenta y me dijo lo buena que había sido con su niña, y lo gran profesional que era.  Así que imaginaros lo bien que me trató y lo cariñosa que fue con nosotros. Si es que tengo una suerte.....

       La noche fue larga. Llegó la mañana y vino el cirujano a verme. Sin más contemplaciones me dijo que me iba a quitar la venda del pecho. Aaaaaaay! ! Ahí me cagué viva. Me encontraba fatal y le dije que no estaba preparada para verme. Y me dijo que por supuesto que lo estaba. Así sin paños calientes. Así que respiré hondo. Y esa fue la primera vez que me vi sin pecho. La sensación fue mi rara. Pero lo que de verdad me importaba era estar bien. Los drenajes estaban bien y todo iba bien. Así que decidí llorar un pocoooo bastaaante.

         Fueron pasando las horas y los días y cada vez me encontraba un poquito mejor. El tema de la ropa pasó a un segundo plano. Esos días ni siquiera me ponía el pañuelo. No me apetecía ver a nadie ni que nadie me viera así , tan débil , tan demacrada.


                Esos días después de la operación pude ser consciente de toda la gente que me quiere. Todas las muestras de cariño. Tanta gente preocupada. La verdad no entendía muy bien el por qué de tanto alboroto. Durante los 6 meses que duró la quimio no noté esa preocupación,  y la verdad para mí creo que era un poquito más preocupante que una cirugía. Pero bueno, creo que ese fue el momento en que se hizo realidad para muchos.  Y yo, pues ya les llevaba ventaja.

           Una de mis mayores preocupaciones era mi marido. Él durante toda la quimio siempre había estado en una postura muy valiente. La frase era que le quitaba hierro al asunto. Siempre me decía . Gordita de que nos vamos a quejar o preocupar. Ahora esto es lo que toca. Mañana ya veremos. Y es verdad. Yo quería todo el rato adelantarme a sentir lo que ocurriría cuando esto pasara. Y a veces sin quererlo me ponía un poco tremendista. Y me preocupaba que él con quitarle tanto hierro al asunto pues no fuera plenamente consciente de lo que ocurría en realidad.

          Pero que os voy a decir.  Mi marido es el mejor. No me falló. Y me cuidó y me protegió. Y supo tratarme tan bien. No me soltó en ningún momento.

         Y que sentí yo ?  Pues como tantas mujeres ya habían descrito.  Yo sentí alivio. Di las gracias por no tener ni pecho ni pezón. Me sentía realmente aliviada. Me sentía limpia. Y me sentí feliz. Y me sigo sintiendo feliz aunque no tenga mi pecho. Me miro al espejo y desde el primer día sonrío. Porque aún a pesar de estar gorda, con estos pelos de loca en la cabeza que me salen y de mirarme y no reconocerme, estoy ahí dentro de este cuerpo. Y estoy viva.

         Y con respecto a la ropa. Pues efectivamente un follón jajajajjajaj pero ya que más me daba. Jajajaja  jajajajjajaj la verdad es que me da mucha risa porque es una tontería pero bueno lo cuento para que sepáis más o menos. A los 15 , 20 días ya me puse el sujetador quirúrgico con el relleno de algodón. Bueno me lo puso mi marido y no me pude reír más.  Vamos que lo hizo a su antojo y como a el le gustó.  Aquí somos un equipo y hay que buscar una buena simetría y él mejor que nadie sabe como las tengo, las tetas, bueno como las tenía.
       Así que empecé a ponerme sujetador y ya vestida no se notaba. Ya no tenía drenajes. La cicatriz iba muy bien y el brazo poco a poco recuperaba movilidad.

        Ahora tocaba otra batalla.
            LA RADIOTERAPIA