viernes, 20 de noviembre de 2015

Los efectos de la radioterapia (II) y ... SE ACABÓ. EL AÑO YA PASÓ

       Llegó el momento de regresar a casa, se acabaron las vacaciones,  y que ganas tenía... sólo yo claro jajajajjaja.
       
              Pero el día antes de regresar,  mi cuerpo,  decide que no puede más y acaba viniendo de nuevo a casa, una ambulancia para llevarme esta vez, al hospital provincial, especialista en oncología. Ese día,  no podía encontrarme peor. Cuando llegué al hospital,  lo único que podía decir, es,  que sentía que mi cuerpo ardía; nunca antes había tenido esa sensación, ardía, y mi pulso estaba muy muy acelerado. En la ambulancia, intentaban tranquilizarme, tenían que conseguir bajar esas pulsaciones como fuera.
        Una vez llegué al hospital por fin, me sentí tranquila.  Ya estaba en manos de los médicos, y sabía, que allí me cuidarían. Ya sólo tenía que dejarme llevar; ya no tenía que hacerme la fuerte, ni la que estaba bien delante de todos. Lo que me ocurría, era que tenía un fiebrón por una infección, y claro en una persona sin defensas eso es un tema delicado. He de decir,  que estuve en el Hospital Provincial de Castellón. Y que me trataron fenomenal. Darle las gracias a las enfermeras y al oncólogo que me trató, porque no pudieron ser más cariñosos. Y eso, que a las enfermeras no se lo pongo fácil cuando toca coger vía.
     Porque la quimioterapia me dejó sin venas y las pobres enfermeras, se las ven y se las desean, para poder cogerme una via. Pero como yo soy muy buena, lo acaban consiguiendo.

           Después de pasar la noche,  me mandaron directamente a Madrid,  pero bien drogadita.
      Cuando llegamos a Madrid, y vi por la ventana el Hospital de Puerta de Hierro, os juro, que lloré, lloré de la emoción de estar, de sentirme en casa. Ahí,  me di cuenta de lo importante que era para mí estar cerca del hospital donde conocen tu historia, donde están tus médicos,  donde te tienen controlada.  Por fin, había regresado a Puerta de Hierro ciudad de vacaciones.

        Una parte de mí, estaba un poco rabiosa. En el sentido que,  durante todo el proceso de tratamiento de quimioterapia y radio, no me tuvieron que ingresar nunca  y llega Agosto y !Toma! !Pleno!
     
       Enseguida,  me vio,  mi queridisima radiooncologa y decidió hacerme pruebas de todo. Había que encontrar una explicación a mis mareos , a mi debilidad, falta de coordinación. ..etc así que, directa a hacerme pruebas de cabeza. Ese mismo día, me mandó a urgencias para que pasara el día allí, haciendo todas las pruebas posibles. Super divertido. Menos mal que me lo tomo a coña y llega un momento en que pienso. ...bueno ahora no trabajo, este es mi trabajo, así que, vamos a hacerlo con una sonrisa y de verdad, que así sale todo mucho mejor y por supuesto te lo pasas mucho mejor.  Me coloqué mi mascarilla y otra vez a coger via  ( ese día, os juro, que para poder sacarme sangre, me ordeñaron, tal cual, muy fuerte no lo había visto nunca jajajajajjaj) un tac craneal,  un angiotac,  orina, electro, rx.... en fin, un poco de todo.                Y así descartan algo gordo y urgente. De ahí, ya me mandan a resonancia de cabeza para ver si había metástasis , eso ya no mola tanto pero yo sabía que estaba bien . Y lo estaba ( me pondría iconos de aplausos, pero no tengo ) y me miran el corazón que en principio se ve bien y el tiroides que lo tengo hecho una patata. Pero eso se arreglaaaaa. Así que aplausos otra vez.  El caso es que el tiroides está hipotiroideo  al máximo, pero me cuentan que eso no explica todos mis síntomas así que tengo que estar más tranquila bajar un poco revoluciones y a ver como voy respondiendo poco a poco.
         
           El mes de Septiembre y Octubre no son muy buenos en ese aspecto. Voy muy poco a poco. Estilo caracol, y de ahí paso a estilo tortuga. Y llega Noviembre y parece que me voy encontrando mejor. Siiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii por fiiiiiiiiiiin.

        A día de hoy, 16 de Nov 2015,  puedo decir que llevo dos semanas sin nungún "chungo" como digo yo y cruzó los dedos. Parece que me voy encontrando "normal". Que noto mi cuerpo normal y eso os juro,  que no lo podía decir desde hace un año. Pero me da miedo decirlo muy alto,  porque sé,  que a mi cuerpo todavía le queda camino.  En estos momentos,  estoy en manos del endocrino y de la cardiologa,  pequeños daños colaterales que iremos subsanando. Estos, son fáciles creo.  Y en ello estoy. Pensé que me iba a dar tiempo a tener unas vacaciones de médicos antes de mi siguiente PET jajajajajjaj jajajajajjaj ilusaaaaa,  me parece a mi, que no. Y es que me tengo que recordar a mi misma. Sonso, estás de bajaaa, no de vacaciones.

       Pero con este tiempo primaveral que estamos teniendo, que gusto de paseos. Que feliz me siento. Estoy viva. Y me he dado cuenta que HE GANADO LA BATALLA.  Y esto es muy muy importante. No habré ganado la guerra al bicho todavía, vale. Pero ya llegará, ya. Y el día que lo haga, mis gritos se van a oír hasta en Marte. Y por ahora sólo grito que estoy VIVAAAAA y que me siento VIVAAAA  y que estoy feliz, y que miro atrás, y siento que todo eso ya pasó. Y que lo pude hacer, y que si llega el momento, en que tuviera que pasar por lo mismo lo haría con más fuerza todavía porque se puede. !Claro que se puede !

        Y me viene a la cabeza esa frase..... " Va a ser un año muy duro, pero pasará "  y para mí ya pasó.


         Ahora toca otra etapa y esperar. La frase de moda ahora es, " el tiempo lo dirá ".
            En mi caso toca subsanar daños colaterales y esperar. El cáncer,  puede estar dormido. Puede estar en la cadera cómo a veces sospechan.  El tiempo lo dirá, me dicen. Pues eso. El tiempo. Y yo, a vivir la vida y feliz. Y no puedo más que dar las gracias por todo. Por estar bien, por seguir viva, por mi familia , por todo. Porque de verdad, soy una afortunada.






lunes, 16 de noviembre de 2015

Los efectos de la radioterapia (I)

       Cuando te dicen 25 sesiones de radioterapia piensas.....bueno, no son tantas. Podrían ser más no ? Antes de empezar con la radioterapia, es importante hacer ejercicios con el brazo para evitar el Linfedema.  14 EJERCICIOS.
          También es importante, que encima, estando recién operada, te cuides mucho la cicatriz y la piel. Así que obedeces en todo lo que te dicen y te gastas una pasta en cremas. Y que buen dinero invertido!

foto de mi marido
Cuando le encargo alguna crema jijiji


        Cuando fui a hablar por primera vez con la enfermera de la unidad de mama, me habló de las quemaduras. Y me explicó, que por eso, no podría llevar un sujetador normal hasta que pasara un tiempo después de la radio. Vamos,  que incluso me dijo, que lo mejor era ir sin sujetador. Pero como sabéis a mi eso no me gusta nada de nada.

        El caso es, que fueron pasando las sesiones y la verdad es que mi piel aguantaba fenomenal, y yo pensaba.... ! Que exagerada es la gente ! A mí, me va fenomenal. Ja! Si es que, en realidad, lo tienen todo mega ultra controlado.  Saben perfectamente con qué dosis, y en qué sesión, tu piel, va a empezar a chamuscarse. Lo que no entiendo, es por qué no te lo explican claramente, pero bueno.

        La radioterapia es un chupamiento de energía brutal. Al principio, no lo notas mucho,  pero a medida que van avanzando las sesiones, es, como si salieras del hospital y te hubieras corrido la maratón de Nueva York. Impresionante. Vas notando cómo poco a poco, el cansancio se apodera de tí.

       Ya, en mis últimas sesiones,  la piel dijo: -Hasta aquí hemos llegado;  y yo.... tenía la esperanza,  que mi querida radiooncologa, me retirara el bolus. Pero no, no.  A mi radiooncologa, no la tiembla el pulso.  Así que, pude vivir en mis propias carnes y nunca mejor dicho,  lo que son quemaduras de tercer grado.
           Creo que lo peor no fueron las quemaduras en sí (cuello, pecho y axila) Ya que, había zonas,  que gracias a Dios tenía insensibles,  así que esas no dolían mucho. Creo que lo peor fue, la incomodidad por la época del año. 35-38 grados. !Vendajes a tope! !Un gusto vamos!.
          Terminé la radio el 10 de Julio del 2015. Y puedo decir,  que pasar el verano, con esas quemaduras, sin poder meterte en la piscina, ni en el mar; sin que te pueda dar un rayo de Sol; sin poder ducharte en ocasiones,  no es lo que uno espera de un verano.

      Lo que yo esperaba del verano, era descansar. Ya había terminado mi tratamiento y por primera vez, tenía vacaciones, como cuando estaba en la Universidad.
        Quería aprovechar esos meses sin cole, sin trabajar. Jo! Pensaba que tenía una suerte enorme de poder estar con mis hijas y poder disfrutar del verano, y mi marido trabajando todo el día,  pooobre.
      Pero vamos a ver, si estás de baja,  es porque estás de baja,  no de vacaciones. Lo entendéis ¿no ?
         
           Mi niña pequeña, con 4 añitos,  era su momento de aprender a nadar. Y claro, yo no me podía meter en la piscina con ella....así que, una vez más, estas dos niñas que tengo,  me demostraron lo increíblemente buenas que son. La mayor, con una paciencia infinita, obedeciendo todas mis órdenes y fastidiándose baños,  estuvo siempre ahí, con su hermana pequeña. Y la pequeña, tuvo que quitarse esos miedos y lanzarse, sin que mami  estuviera ahí para cogerla. Y así,  un día, empezó a nadar sola.  Yo, me sentí feliz y aliviada, ya que nos íbamos a ir a la playa y pensé, cómo no sepa nadar...... entre que yo no puedo.... esto va a ser una tortura. Pero una vez más,  me sorprendieron las dos, y salió todo fenomenal en ese sentido.

         En esta nueva etapa, tienes que desarrollar otra nueva logística. Hay que entender, que ahora,  soy como los de "Crepúsculo " sólo puedo salir si no hay Sol o buscar la sombra.  También como los "Gremlins" no me puedo mojar......
         El sombrero o la pamela. Si quieres salir a la calle, tiene que ser, o con sombrero o con sombrilla. Así que, con mi pelo a la teniente O'Neil (sin comentarios, porque lo del pelo.....no me había dado cuenta que luego crece , pero claro muuuuy despacio) me planté una pamela para poder salir a la calle. Por supuesto,  evitando las peores horas del día.
         Imaginaros las pintas.  Llena de vendajes hasta el cuello, sólo un pecho. Pelo "rapado", y la gente que te dice; !Menudo corte de pelo! !No te había reconocido!..... aaaaay maaadree.
           En fin,  que con esto del cáncer, a veces,  hay que asumir, que por más que se quiera, las pintas son las pintas.

       Aaaaah! !Pero si sólo fueran las pintas!. La verdad es,  que después del año que había pasado,  necesitaba vacaciones. Así, que me fui a la playa. Con permiso de mi doctora. Lo hice por mis hijas principalmente, porque la verdad, es que hubiera preferido quedarme en casa, con el aire acondicionado y bajar a la piscina de vez en cuando, a la sombra,  aunque claro, eso habría supuesto un aburrimiento extremo para ellas. Así, que a la playita me fuí.

          !Aaay! Y en que momentoo..... te crees que estás bien. Y que eres una superwoman, y coges, y te vas de veraneo.....
          Nosotros, veraneamos desde hace años en el mismo lugar. Ya conoces a la gente, las playas y vas adquiriendo unas rutinas de vacaciones.
          Llego  a la playa, y me doy cuenta que claro,  estoy malita,  no puedo ir a hacer la compra, no puedo dar esos paseos que tanto me gustan por el paseo marítimo, no puedo ir a la playa hasta las 7 de la tarde.... vamos, que la realidad me da un par de tortas en la cara y no sientan nada bien.
 Y encima sin aire acondicionado. Todo el día en casa reposando.....
         La verdad es, que el cambio de aires no vino mal. Y menos mal que  fui con ayuda, porque yo no podía hacer nada.
       
            Pero lo pasé bastante mal. Tuve unos cuantos episodios en los que, o tuvo que venir una ambulancia a casa, o me tuvieron que llevar al hospital. Así que,  no fue el verano que había deseado.
       Yo creo que todo, está en nuestra cabeza. Yo me empeñé en que tenía que irme de veraneo, pero lo cierto es,  que no debí hacerlo.
         Hay que ser consciente de la situación de cada uno y no forzar. Ya habrá tiempo de disfrutar,  aunque en esos momentos, no lo parezca.

lunes, 2 de noviembre de 2015

La radioterapia. Primeras sesiones.

          Y llegó el día. Acudí al hospital "drogada" vamos con un relajante. Era miércoles por la mañana. Me llevaron a una sala de espera , la que sería mi sala durante un mes y medio todos los días . Es la única sala de espera que he estado en el hospital que tenga televisión ssshhhh. Mooola eh !  Aunque ese día ni la miré , el resto de días me vino genial.


            Vino una técnico a buscarme y me llevó a una pequeña habitación para que me desnudara de cintura para arriba y me dio una bata que me pidió conservara para el resto de los días.  Crucé entonces un pasillo largo hasta acceder a la sala donde me estaban esperando mi tubo, mi potro de tortura y mi máscara.  En la sala siempre hace un frío que pela. Le pedí a la técnico que no me enseñará la máscara,  era incapaz de verla.  Me tumbé en el potro y le pregunté cuanto tiempo tendría que estar tumbada e inmóvil y con la máscara.  Me dijo que no pensara en eso , que no mucho....pero yo le insistí,  le expliqué lo nerviosa que estaba y que no sabía si lo iba a poder aguantar. Entonces ella cambió su actitud y me explicó que en total estaría 30 minutos . 10 min de tac,  luego me sacaban del tubo,  estaría 5 min fuera mientras comprobaban tac y después me volvían a meter 15 min que era la radioterapia en sí.
          Al ser el primer día, quizás tardarían un poco más. Y ahí estaba mi radiooncóloga dando órdenes a las técnico  y dándome ánimos.
     
          Llegó el momento de ponerme la máscara y en cuanto me la pusieron me puse a gritar y me la tuvieron que quitar. Me puse a llorar desconsolada. En esos momentos hubiera agradecido una mano de alguien querido, pero estas sola y entonces te das cuenta que esas técnico tan cariñosas son tu  única salvación. Así que claramente le pedí que me diera la mano y fuerte. Y que esperara 5 min a que se me pasara. Tenía que ser fuerte. Estaba drogada y tenía que poder hacerlo. De verdad no sabéis lo agradecida que estoy por ese cariño y esa paciencia que han tenido siempre  conmigo. Cuando terminaban las sesiones los abrazos que les he podido dar....hasta se han emocionado conmigo. Buf ......me emociono  ahora solo de pensar en esa cantidad de sentimientos.....y en esa gente maravillosa y todo lo que hemos pasado juntos.
       
           Una vez más en esta lucha....respiré hondo.....cerré los ojos y les dije ya. Mientras me ponían la máscara y la ataban ya estaba yo pensando en la película que tenía en mente. Dirty Dancing, que me la sé de memoria....perooooo joooder como es la mente. Me resultó muy difícil por no decir imposible reproducir la película en mi cabeza. Así que entre lloro contenido y pensamientos locos pasé mi primera sesión.             Por supuesto una vez terminé, el lloro llegó de nuevo.
     
          Quiero decir que no noté nada de nada, no produce dolor físico . En mi caso solo era psicológico, la incapacidad mental de estar encerrada en un tubo ( que no es tanto) INMÓVIL y la máscara,  la dichosa máscara.
         
             Por supuesto le planteé a mi doctora la posibilidad de realizar el tratamiento sin máscara pero no no. Nones nones. No coló. Hhhhmmm!!

      Volví a casa destrozada anímicamente. Y encima físicamente drogada. Entonces me puse a darle al coco....¿ En qué podía pensar durante el tratamiento ?....  Tenía que ser algo que pudiera controlar y que durara 30 minutos.  Así que pensé en números. Los números no hacen que la imaginación se dispare como una película.  Es decir con el relato de una película por ejemplo, piensooo ......la chica va en coche y de ahí terminaba imaginándome  un accidente de coche,y ahí pensaba .....  se queda atrapada como yo.....etc.iiiiiihhhhhhhh.
      Los números son números.  Así que pensé en las tablas de multiplicar.!!! Eeeehh que buena idea!!!
   
            Al día siguiente tocaba la segunda sesión. Por supuesto iba premedicada. Y esta vez tenía un objetivo. No iba a llorar. Y tenía que cantar las tablas de multiplicar. Así que ya tumbada y en posición respiré de nuevo hondo y cerré los ojos. Y empecé con la tabla del 1. Jajajajajj esa es muy fácil y la fui cantando muuuuy muy despacio. 1×1=1; 1×2=2; 1×3=3 .... y así conseguí que mi mente sólo pensara en números.

         En todas mis sesiones estaba con los ojos cerrados . No veía nada. Ni quería . Solo escuchaba. Y al final tenía controlado perfectamente todos los ruidos y así sabía cuanto tiempo me quedaba.
        Cuando te realizan el tac el sonido es como el de una lavadora suave. Y así me lo imaginaba. Algo limpio y suave. Cuando me sacaban oía a los técnicos acudir a la sala donde me encontraba. Era el momento en que me animaban y me hacían unos mimos, ahí tenía que esperar a que me colocaran el bolus. (El bolus es una especie de tela gelatinosa fría, que te colocan en la piel para que la radiación penetre todavía más en esa zona a nivel superficial , de piel).
     
          A continuación me volvían a meter en el tubo y ahí sabía que me quedaban 15 minutos. El sonido de la radio es como si fueras en tren, o al menos eso me imaginaba yo. Eso me gustaba. Era como si me acunara. Llegué a saber en que momento iba a terminar, me sabía de memoria los sonidos.
         
           Y ahí al cabo de unas sesiones vi que empezaba a tenerlo todo bajo control . Pensaba en los tiempos, 10min- 5min-15 min. En los sonidos y en las tablas de multiplicar. Por supuesto la del 7,8 y 9 la repetía.  Je je. Así que al tenerlo  todo bajo control. Me sentía un poco más tranquila. Pero al terminar las sesiones me permitía llorar un poco. Mi padre me acompañaba todos los días y él esperaba pacientemente a que yo saliera para darme un abrazo y poder calmarme. Lo necesitaba mucho.

          Pero en esta vida, nunca nada se tiene bajo control. Un día se estropeó la maquina al finalizar el Tac, y estuve esperando a que vinieran los técnicos un buen rato y como yo tenía controlado el tiempo pues empecé a ponerme nerviosa.... y claro imaginaros mis gritos al ver que no era lo de siempre. En fin...un desastre.  Me explicaron que claro, que puede ocurrir que un día se tarde más que otro y que tendría que intentar soportarlo. Al igual que tendría que entender que no siempre estarían los mismos técnicos. Así que ahí me di cuenta que mi problema psicológico era que no podía controlar esa situación y eso me ponía muy nerviosa. A parte del agobio de la máscara claro.

           Así que fueron pasando los días y las semanas. Ir todos los días al hospital tiene su punto. Raro claro está. Ya cuando quedaban pocas sesiones decidí que quería intentarlo sin medicación. Lo decidí un día en que inmersa en mis tablas de multiplicar, en un momento de tensión máxima sentí, que la máscara en realidad eran las manos de un Dios bueno que solamente me sostenía para poder aguantar todo ese calvario. Os parecerá una tontería. Pero eso me hizo sentir por primera vez más tranquila. Y sentía que esa presión en mi cara, era para sujetarme,  para ayudarme.
       Vamos que estoy loquita loquita.


La Radioterapia. Toma de contacto.

              La Radioterapia, para mí, es ese gran desconocido. Fijaros cómo será que dentro del propio hospital ellos son como un ente a parte. Tienen su propio sistema. Y tienen su propia planta. Pero para entenderlo bien empiezo desde el principio.

     A   mi primera cita con mi radioóncologa acudí con mi marido. Por lo que nos había comentado mi oncóloga seria ésta quien llevara a partir de ahora la batuta. Nada más llegar me dieron un cartón , una cartilla con mi número de historia , los datos de mi doctora y buenoooo era mi cartilla de churrascamiento jajajajajaj cómo así la bautizamos mi marido y yo. El se burlaba diciéndome que cuando consiguiera todas las casillas , de premio me darían una teta nueva. Jajajajajaj la verdad es queeeee....tenemos a veces un humor. Pero yo la verdad es que me parto de la risa.        



         El caso es que me dieron la cartilla de churrascamiento y llegó una enfermera y nos pidió que la siguiéramos, nos hizo el tour por la planta de radio. Fue una visita guiada. Y fue ahí cuando empecé a llamar al hospital. "Puerta de Hierro, ciudad de Vacaciones ". También eran las fechas; empezaba el veranooo...en fin.

      Me recibió la radiooncóloga y me explicó el tratamiento. Con el tema de la cadera, la posible metástasis, lo abordaría más adelante. Y con la mama,me explicó fenomenal el por qué de  la necesidad de darme radio. Creo que nadie me había explicado tan bien mi situación. En ese momento fui consciente de la gravedad de mi enfermedad.  Mi cáncer de mama se trataba de un triple negativo que a pesar de haber respondido muy bien a la quimio y a la operación ya se encontraba en una fase avanzada y había llegado a la mamaria interna y sistema linfático a tope.
 
        El tratamiento de la mama consistiría en 25 sesiones de radio de lunes a viernes en la tomo, es decir en  un tubo. Eso ya me agobió mucho. Antes de empezar la radio se realiza un simulacro.  Vamos un ensayo general.
       Recuerdo estar muy muy nerviosa a pesar de estar premedicada  porque sabía que me iban a tener que fabricar una máscara para la cabeza con el fin de inmovilizarme. En la sala de espera me senté al lado de un señor mayor, de esos que los ves y te dan tranquilidad. Y me miró y me dijo que estuviera tranquila. Que no me iba a decir que fuera fácil , pero que a todo se acostumbra uno. Y tenía razón . Aunque me costó darme cuenta 24 sesiones jajajajajaj.

        Respiré hondo y entré a la simulación.  Lo primero que me hicieron  fue tumbarme y colocarme en " el potro de tortura"  ( lo aclaro, simplemente es un dispositivo que colocan en la camilla para tumbarte boca arriba inclinada con los brazos en dirección a la cabeza, la cual también está sujeta. A ese dispositivo unen la máscara y así consiguen la inmovilización completa). Al tumbarme en el potro de tortura comprueban si podía mantener esa postura y si los brazos aguantaban sin un exceso de dolor debido a la operación reciente.
         Después me hicieron unas marcas en la piel, unos puntos que me los tatuaron de verdad, no duele nada. Pero son unos puntos que  ya voy a tener de por vida y sirven como guía de referencia para la máquina de radio.
       A continuación tenían que hacerme la máscara.  Para mí hablar de esto todavía me duele y me pone nerviosa. Preferiría pasar por mil operaciones o un daño físico antes que por esto. No se si es claustrofobia o que demonios es ese pánico. A ver...., para hacerte la máscara primero la calientan e inmediatamente te la colocan sobre la cara, lógicamente tiene un agujero en la boca y nariz para respirar. Y la moldean a tu cara y cabeza y cuello. La postura de tu cabeza es con la barbilla apuntando al techo,  la postura maaaaal, incómoda .  Una vez se enfría la máscara,  como lo digo para que no suene mal..... la taladran,  sujetan,  abrochan al potro de tortura de tal forma que estas completamente inmóvil.

           Estaba con los ojos cerrados y en ese punto tengo que reconocer que me derrumbe,  me vine abajo y me puse a llorar.  Una de las enfermeras reaccionó muy bien y me pidió que aguantara un minuto a que la máscara estuviera lista. Así que pensé .... Un minuto más aguanto . Luego la enfermera me dijo: Sonsoles, si aguantas 5 minutos más acabamos. Te meto en el tubo y son 5 minutos. Puedes?  Y contesté que sí.  Tenía que ser valiente aunque me estuviera dando un ataque de pánico. Tenía que aguantar. Y no sé ni cómo,  pero aguanté bien quieta.  En cuanto me sacaron del tubo y me quitaron la máscara no podía parar de llorar.

         En cuanto salí del hospital no hablaba. Sólo pensaba que no iba a poder pasar por esa situación otra vez. No tenía ni idea de cuanto tiempo tendría que estar en las sesiones....pero vamos que ni de broma iba a hacerlo. Fui a ver a mi oncóloga y le dije que lo sentía, pero que no me daba la radio.  Que yo eso no lo iba a aguantar. Siempre con un tono de comedia y ella se reía y me decía - Pero vamos a ver ! Si ya has pasado lo peor! ¿Cómo no vas a aguantar esto ?

         Finalmente decidimos que lo mejor era "drogarme" literalmente. Pero claro.....eso suponía estar de lunes a viernes drogada durante un mes y medio. Pero  mira, en ese momento me daba igual todo.

         Por un momento pensé en huir del país,  a ver si me encontraban jajajajajaj.  Le propuse a mi hermana fugarnos, y la pobre lo único que me dijo es que sí, y eso que estaba recién parida prácticamente. Sólo me dijo, bueno pero tú me dices que me tengo que llevar para el bebé ooooooin pobre.
       Jo ! Que cabreo tenía con el mundo. Y conmigo!  Me daba raaaabia! Con lo bien que había terminado la quimio y la operación, como digo yo....con sobresaliente!!!  Ahora esto... es que solo de pensarlo..... Sólo sabía que no iba a poder.....y el caso es que lo tenía que hacer.

        Tenía tiempo para trazar un plan antes de empezar con el tratamiento.  Así que me puse manos a la obra con mi psicóloga. Técnicas de relajación simples con respiración y bueno, tenía que buscar algo para tener mi mente ocupada durante el proceso. En un principio pensé en repasar mentalmente una película o una serie. Así que en casa practicaba tumbada en la cama con un pañuelo bien atado en la cara y cabeza....pero para que engañarme. ....no me iba muy bien ni en la respiración ni en nada. Y llegó el día.  Tocaba la primera sesión.  Iiiiiihhhh estaba cagada.